García-Page aprovechaba la toma de posesión del nuevo delegado de la junta en Toledo Alvaro Gutiérrez, para lanzar una mirada optimista sobre el futuro, un futuro que para el Presidente es muy esperanzador.
En su intervención García-Page advertía que de la misma manera que su gestión no ha tenido ni tendrá ningún sectarismo no admitirá sectarismo alguno por parte de otras administraciones.
Insistía el Presidente en el importante papel de los delegados de la Junta en las cinco provincias como «interlocutores preferentes con los ayuntamientos” siendo cercanos y asequibles para todos los representantes municipales.
En esta intervención el presidente también desvinculaba la hoja de ruta de su gobierno de los resultados electorales del próximo día 23, de los que dice que espera que no trunquen los proyectos que hay en marcha, aludiendo a la estabilidad institucional de Castilla-La Mancha como uno de los principales valores de esta región.
En intervención de García-Page se ha mostrado convencido de que el gobierno está en el camino correcto para conseguir «darle la vuelta a la balanza histórica de la región”, o incluso “que esta región puede subir tres puntos, y pico, de PIB solo con la llegada de determinados proyectos”.
No han faltado alusiones a la falta de compromiso de los representantes del partido popular de la región con el asunto del Tajo, ante las que el Presidente se mostraba sorprendido por como estos representantes evitan ese asunto en plenos procesos electorales.