En Calzada de Calatrava se encuentra la Finca La Rosala, una empresa familiar que mezcla la innovación en producción agrícola con la artesanía y la tradición de sus técnicas industriales.
Pedro Ciudad y su familia comenzaron elaborando sus productos en el horno de su casa, hoy son un referente en este sesgo del sector agroalimentario, caracterizándose no solo por los sabores vanguardistas de sus productos sino por la explotación ecológica que llevan a cabo.
¿Cómo comenzó La Rosala? ¿Cuál es su origen y su filosofía de empresa?
Principalmente nace de la pasión que tenemos en la familia por los “panchitos”, nombre que se le da al cacahuete en nuestra comarca. Mi vecino “Angelito” pertenecía a una larga saga de familia artesana que ha tostado los frutos secos en hornos de leña desde principios del siglo XIX. Siempre mostré curiosidad por la técnica que utilizaba y el cariño con el que trabajaba, hasta que un día me preguntó si quería aprender, y bendito momento. Me enseñó todos sus trucos y secretos, y cuando “Angelito” falleció comprendí que no podía dejar estas recetas en el olvido y comencé a tostar en el horno de mi casa, regalando a mis amigos esos primeros “panchitos” hasta que fui probando con otro tipo de frutos y añadiendo mi toque con ingredientes más innovadores. Tras múltiples investigaciones decidimos convertir Finca La Rosala en una plantación de pistachos ecológicos que cultivamos biodinámicamente.
El proyecto poco a poco fue creciendo y decidimos promocionar nuestros productos en la feria del Salón Gourmet en Madrid. Fue nuestra almendra con piel tostada y aroma de violeta la que saltó a la fama en aquel evento. Desde entonces nuestra moral creció tanto que desarrollamos nuevos productos con nuevos maridajes. Actualmente estamos presentes en más de 12 países y tenemos más de 400 referencias de frutos secos. Gracias “Angelito”.

Estamos acostumbrados a que el sector agrícola en La Mancha se centre en la oliva y en la vid, ¿cómo se encuentra el mercado de frutos secos en el sector empresarial manchego?, ¿hay otros sectores agrícolas por explotar en nuestra región y que se están desaprovechando?
Pues gracias a personas como el Sr. Cruceiro (director de la finca experimental de la JJ.CC.) y muchos más agricultores, pioneros en el cultivo del pistachero nuestra región cuenta con muchas plantaciones de este tipo, tanto en secano como en regadío. Siendo actualmente la región más grande de Europa en la producción de este fruto seco. Ha sido y sigue siendo un éxito aprovechar nuestras condiciones climáticas aquí en La Mancha como zona de inviernos fríos y veranos calurosos, ideales para el cultivo del pistacho. Es sin duda, una alternativa a esos cultivos típicos y perfecta para cultivar uno de los más preciados frutos secos, El Pistacho, llamado también el Oro Verde.
Por otro lado, no veo de momento otra alternativa agrícola en nuestra región, creo que actualmente el pistacho es el rey del mercado de explotación.
¿Qué es lo que diferencia a la Finca La Rosala de otras empresas similares en nuestro país?
Nuestro punto de tueste es muy especial y delicado, ya que horneamos los frutos secos en bandejas horizontales con una sola capa, sin dejar que se superpongan unos a otros, y dándole vueltas a mano cada 8 minutos para conseguir un tueste perfecto, al límite del punto crujiente máximo, por ello nuestros frutos secos tienen ese “crunch” tan especial. Este es nuestro sello de distinción, ya que ninguna otra empresa tiene este proceso de tueste artesanal. Adicionalmente, nuestros frutos secos tienen las mejores calidades, los mejores orígenes ya que procuramos que provengan de las mejores plantaciones y con los calibres más altos. En nuestra Finca La Rosala tenemos una plantación de 3.628 árboles de pistachos ecológicos, además innovamos con sabores sorprendentes como la Almendra Trufa o Romero, nuestro Anacardo a la Barbacoa Coreana o con Lima Limón, Cacahuete al Curry, todo extraído de la naturaleza sin ingredientes artificiales.
En La Rosala es posible conocer de cerca la finca y su funcionamiento. ¿Cómo fue la idea de llevar a cabo esta iniciativa de abrir las puertas de la fábrica?.
Ofrecemos dos modalidades de tours para que quienes así lo deseen, vivan en persona cómo logramos el tueste perfecto, con visita a nuestra fábrica y la finca. La primera se adentra en nuestras cocinas en las que se puede ver en vivo y en directo el proceso artesanal que llevamos a cabo, además de una degustación de nuestros productos del día y visita a la tienda. Esta opción gratuita se puede combinar con la visita de pago a las inmediaciones de nuestra Finca La Rosala, con catas a ciegas de nuestros frutos secos más innovadores con maridaje, teniendo una duración de dos horas.

La empresa calzadeña no solo ha sabido innovar en su línea de producción si no que realiza un minucioso trabajo en cuanto al diseño de la imagen del negocio, ¿por qué esto es tan importante?.
Una marca no sólo debe ser buena y deliciosa, sino que además debe tener una imagen cuidada y potente, porque el primer contacto visual es realmente importante. Comenzamos siendo una empresa familiar de carácter local-regional, pero nos convertimos en muy poco tiempo, con muchísimo esfuerzo y cariño, en una marca ya internacional manejando más de 400 referencias. Para lograr algo así definitivamente hay que profesionalizar nuestro marketing, estandarizando la producción y creando comunicación. Se trata de hacer la máxima difusión posible de nuestros productos y nuestra cultura, de esa forma se convierte en una verdadera marca.
¿Podría ser La Rosala un ejemplo de innovación en el sector agrícola manchego? ¿Qué legado pretenden dejar?
Lo somos. Innovando en nuestro tostado artesanal único en el mercado, en los sabores sorprendentes, en nuestros métodos de producción con énfasis en la agricultura ecológica, y además en todo el esfuerzo puesto por ofrecer un producto 100% natural, ese es nuestro legado. Toda nuestra filosofía como familia y empresa gira entorno a ello: dejar nuestra huella en el cuidado responsable de la persona y del medio ambiente. Tenemos una instalación de placas solares para la producción de energía verde, ahorrando un 40% del consumo de energía eléctrica de la red. Ofrecemos también empaques y tarros que son reutilizables, con lo que hemos reducido en el uso de plástico hasta un 40% solo en este año. Y con este punto de partida seguimos aprendiendo, avanzando y buscando las mejores alternativas, es el legado que quiero dejar a mi familia, a mi región y al medio ambiente.