Vivimos unos tiempos de tensión política a nivel nacional de tal intensidad que está haciendo que los ciudadanos acaben normalizándola. Hemos perdido la idea de que la política debería ser un espacio para el debate público y que nuestros políticos están ahí para intentar gestionar de la mejor manera posible los asuntos que nos incumben a todos. Por desgracia son cada vez más habituales las salidas de tono y las faltas de respeto a nivel nacional en el Congreso de los Diputados, donde los propios diputados pierden las formas y se faltan al respeto los unos a los otros. Estas actitudes les harían llevarse a más de uno las manos a la cabeza, pero parece que en nuestro tiempo el entretenimiento ha superado a la política y vemos estos actos con peligrosa indiferencia.
El refranero popular asegura que todo se pega menos la hermosura y esa forma de hacer política, con faltas de respeto y salidas de tono, ha llegado a La Mancha. La mecha se prendió en un pequeño municipio conquense de menos de 500 habitantes: Villar de Cañas. Allí gobierna el PP y la polémica comenzó por unas declaraciones de José María Saiz, alcalde del pueblo. Saiz vertió ataques contra políticos de Unidad Podemos diciendo que “Irene Montero tiene la boca llena de llagas de chupársela `al coletas´” o “no hincó los codos, pero sí las rodillas y mírala, ministra”. Rápidamente el ejecutivo socialista salió a través de Blanca Fernández, consejera de Igualdad, a denunciar estos ataques y pidió al PP que expulsase al alcalde de sus filas. Paco Nuñez, presidente de los populares en Castilla-La Mancha, abrió expediente a José María Saiz por sus palabras, pero es una medida que los socialistas consideran insuficiente ya que ellos piden que deje de ser el candidato a la alcaldía en las próximas elecciones y que se le expulse del partido.
El caso de Valdepeñas
En medio de toda esta polémica salió a relucir el caso de Valdepeñas, una localidad gobernada por Jesús Martín, alcalde del municipio y senador socialista. El PP de Castilla-La Mancha recordó al PSOE regional los ataques machistas de Martín, también candidato a la alcaldía de Valdepeñas en las próximas elecciones, a Cándida Tercero, portavoz del grupo popular valdepeñero. El alcalde socialista, que ya ha tenido más polémicas por su misoginia, se refirió a Cándida Tercero diciendo que “es como la gata flora, si le entran chilla y si se la sacan llora”, “es usted una ignorante”, “chupar y sorber a la vez no puede ser” o “ahora señora Cándida diga conmigo: “he aprendido la lección y no tenía ni puta idea”, o recomendándole que acuda a su marido para que le enseñe como hacer las cosas.
Desde el Partido Popular castellano manchego han recordado este tipo de declaraciones que, más allá de lo político, inciden en la falta de respeto a su portavoz en Valdepeñas por el hecho de ser mujer y se preguntan por qué desde el gobierno socialista Blanca Fernández la vicepresidenta y consejera de igualdad no condena estos “ataques” y la “actitud machista” de Jesús Martín que sigue siendo el candidato a la alcaldía valdepeñera.
Mientras tanto los únicos que pierden son los ciudadanos que contemplan con estupor como llega a las instituciones la turbidez de los comportamientos broncos, machistas que en gran parte de la sociedad ya se han superado y que nos esforzamos por que no lleguen a nuestros jóvenes.
Más allá de la moda “woke” de extrema corrección política, que puede desnaturalizar la discusión el sano debate político, que nuestros políticos se dediquen a embarrar la arena política, solo traerá desencuentro y desenganche de la ciudadanía con esas instituciones que por otra parte no atraviesan su mejor momento en cuanto a credibilidad.