El sindicato destaca la necesidad de regulación y la provisión de los medios necesarios por parte de las empresas para evitar daños a la seguridad y salud de los trabajadores.
UGT Castilla-La Mancha ha expresado su pesar por la disminución significativa del 28% en el número de personas que trabajan desde casa en Castilla-La Mancha, según los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa correspondientes al año 2022.
UGT informa que solo el 5,1% de las personas ocupadas en Castilla-La Mancha (44.000 personas) teletrabajan, lo que indica una disminución del 28% en comparación con el año anterior.
«Un periodo en el que se confirma que el trabajo a distancia es un fenómeno que no ha llegado para quedarse ni en Castilla-La Mancha ni en el resto del país y es que la cifra de ocupados que trabajan más de la mitad de los días de su jornada en el domicilio ha descendido considerablemente en 2022, un 28% respecto a 2021», señala el sindicato en nota de prensa.
El sindicato ha informado que, a pesar del aumento en el uso del teletrabajo en comparación con los años previos a la pandemia, 2022 ha sido el año en que ha disminuido significativamente esta forma de trabajo en Castilla-La Mancha y en todo el país.
El teletrabajo en Castilla-La Mancha se sitúa por debajo de la media nacional, donde el 7,6% de las personas ocupadas trabajan desde casa. La región que lidera el uso de esta modalidad es Madrid con un 13,2%, seguida de Cataluña y Asturias con un 8,9% cada una.
Las personas que trabajan desde casa tienen los mismos derechos que las que lo hacen en sus centros de trabajo
Isabel Carrascosa, secretaria regional de Empleo de UGT, destaca que las personas que trabajan desde casa tienen los mismos derechos que las que trabajan en sus centros de trabajo, incluyendo la desconexión digital, la conciliación, la formación, la promoción profesional y la provisión de los medios y equipos necesarios, así como la compensación de gastos.
El sindicato alerta sobre los riesgos que puede conllevar el teletrabajo para la desconexión del trabajador, ya que según sus cálculos, 7 de cada 10 personas no tienen acceso a una modalidad de teletrabajo que garantice una desconexión digital adecuada.
«El teletrabajo en Castilla-La Mancha y en el resto del país sigue siendo una asignatura pendiente, no solo por ser una modalidad aún muy minoritaria en comparación con otros lugares de la UE, sino también por la falta de regulación. De hecho, solo el 13% de los convenios firmados en 2021 contenían cláusulas referentes al teletrabajo. Además, muchas empresas tienen malas prácticas por no dotar a los trabajadores de los medios necesarios».
Hay una serie de factores psicosociales y organizativos relacionados con el teletrabajo y el uso de nuevas tecnologías en el trabajo que deben ser considerados para evitar posibles daños a la seguridad y salud de los trabajadores. Algunos de estos factores incluyen el tiempo de trabajo, la hiperconectividad, la carga de trabajo cuantitativa y la sobrecarga cualitativa.
Ventajas del teletrabajo
Según el estudio “Un lugar de trabajo sostenible: hacia un modelo remoto y presencial” del IESE, la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, el teletrabajo ofrece, entre muchos otros, los siguientes beneficios:
En lo que respecta a preservar el medio ambiente, los resultados de esta investigación subrayan cómo se pueden obtener beneficios importantes, tales como la reducción de la contaminación acústica, la disminución de la huella de carbono y la reducción de las multitudes en las horas pico.
Adicionalmente, hay un reajuste en el gasto público, ya que se reduce la inversión en transporte público e infraestructuras, lo que a su vez puede mejorar el desempeño académico gracias a la presencia de los padres en el hogar. Además, se puede disminuir el gasto sanitario debido a la reducción de las bajas laborales por estrés.
Esto tiene un impacto positivo en la competitividad del sector empresarial y aumenta el atractivo del país para la inversión privada internacional, lo que, junto con el fortalecimiento de nuestra sociedad en vista de posibles situaciones sociales similares a la que hemos enfrentado durante la crisis del coronavirus.
Como resultado de todo esto, se produce una notable mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. Su salud mental y bienestar emocional mejoran, y la cantidad de accidentes disminuye al reducirse los desplazamientos privados al trabajo y evitar las aglomeraciones en áreas urbanas ya saturadas.